martes, 1 de septiembre de 2009

Caminando Por la Vereda Escena Segunda.2

Creo que se caldeó la plaza cuando bajé a llevarle la bufanda.Me habría enlazado yo con ella en su cuello... Pero eso no puede ser, (suspirando como en un sueño). ¡Ese si que está alto!, él a lo suyo, a su mujer y su trabajo, no hay otra cosa para él. Y ahora tengo yo oido que va a ser padre...¡más todavía!. Las hay con suerte.Claro que la señorita amada es otra cosa. Eso es categoría, con ella no van los lucimientos. Ay señor...con un padre así...bendición de hijos!. En fin...unas tanto y yo aquí tirándole de el salto de cama a una que no sabe ni cuando amanece. Como ella no necesita ganarse un jornal, no sabe lo que es una jornada. ¡Las que me tengo yo "echás" a las espaldas desde que mi padre nos dejó, que no había cumplido los nueve años!. La que nace pobre...pena mucho. Eso se lo estoy yo enseñando a mi Gloria, prontito, desde que la tenía en el capazo. ¡Que se le pone una señoritinga delante (mostrando ira en sus palabras)...a espabilarse y ser más lista que ella!. Que no es generosa...¡a por todas!, que ya "na es pecao". Solo "pa cuatro mogigatas de misal y comunión diarias y ropero de parroquia. ¡Como si las pobres no supieramos vestirnos...mejor que ellas!. Y si no, ¡dónde está escrito que por ser rica, haya que tener mejores carnes y la cara más linda?. Con un mandil y la cara de no haber comido caliente en años, quiero yo ver a muchas de éstas!. Lo que yo digo...no hay justicia "pa" los pobres. Mucho juez y palacio de justicia (recalcando la frase). Que hasta los bedeles parecen pajes con tanto traje "relamío"....Continuará

1 comentario:

Jose Jaime dijo...

hola

lo de enlazado y la bufanda
me ha gustado
mucho

sigo aquí

un abrazo