sábado, 18 de julio de 2009

Pensamientos De un Hombre ¿Arrepentido?


La suciedad engendra frío y el calor del verano corrompe y acentúa lo hediondo, pero también hay fríos, ciertos fríos que lejos de purificar (altos hielos de noches estrelladas, lengua azul de paisajes alpinos) acobardan y provocan la desidia. Hay casas sin fortuna, dónde impera el abandono, dormitorios con sábanas manchadas, camas revueltas, pilas colmadas de cacharros grasientos, cañerías que devuelven un líquido inmundo... Son brumas que entumecen ó excitan nuestros nervios. Hay grifos que gotean luz sucia y enfermizas bombillas que alumbran un orín frío.
¡Desde hace cuánto tiempo la imagen de éste cuarto, penumbra amarillenta, su denso olor a ropa orinada y medicina me persiguen!
Y ahora en este piso, siguiendo los dictados de la conspiración aciaga de las cosas, la ducha pasa del calor al frío, las lámparas se funden, el lavabo se atasca, cae la pintura de las paredes, techos descarnados...lepra blanca.
¡Qué afrenta a la noble memoria de quien partió para alegrar y dejar más lavado, más soleado el cielo!
¿Pero es conspiración, pobreza, fatalismo?
La suciedad engendra el hielo,
el hielo paraliza la flaca voluntad.
Así en esta soledad tirito en mi pocilga.
¿No soy yo el desordenado, el holgazán, el turbio?.¿Acaso no tengo yo también el alma helada?.

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